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Reading: ¿Podría Lucas ser judío?
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Evangelios

¿Podría Lucas ser judío?

¿Es posible que la suposición de que Lucas fue un cristiano gentil sea equivocada?

Esperanza Viveros
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Mi historia comienza hace casi 20 años en una clase de Seminario en Florida Central. En aquel tiempo yo estaba convencido de que Lucas no era judío.

¿Por qué? Pues… en gran medida porque todos los que yo conocía creían que así era. La idea de que Lucas pudiera haber sido judío se trataba solo en broma: “Ya sabes… ¿Cómo puede decir la gente que Lucas no era judío, si era doctor?”.

Mi único objetivo en este artículo es demostrar que la herencia judía de Lucas no es tan radical como se ha creído. Mi propósito claro y expreso no es probar que Lucas fue judío, lo cual considero inalcanzable; más bien, pretendo demostrar por qué pienso que 1) la idea de que Lucas era gentil no es una idea bien fundamentada, y 2) existe una posibilidad real de que Lucas haya nacido judío o que hubiera sido un prosélito convertido al judaísmo.

Argumentos inconclusos contra la idea de que Lucas fuera judío

Como la mayoría de la gente, yo no lo cuestionaba—hasta esa fatídica mañana de lunes cuando estaba escuchando una clase en el seminario. El profesor, quien por cierto había escrito alrededor de 40 libros (y amaba entrañablemente al pueblo judío), abordó el tema de “Lucas no siendo judío”. Al principio pensé: “Oh no, más de lo mismo otra vez.” Pero mientras escuchaba los argumentos presentados por este hombre tan erudito sobre por qué podemos estar seguros de que Lucas no era judío, recuerdo claramente haberme dicho a mí mismo: “Los argumentos son débiles e inconclusos.” En efecto, hay numerosos ejemplos, pero ninguno es convincente.

Entre los ejemplos de argumentos estaban: “Lucas escribía en mejor griego que los autores de los otros evangelios”—como si ningún judío en el Imperio Romano tuviera un dominio excelente de la lengua griega; “Lucas tenía un nombre griego”—como si algunos judíos de esa época no usaran también nombres griegos junto con sus nombres judíos, como Juan Marcos (Yohanan Markus) o Saulo Pablo (Shaul Paulus); y “Lucas mostró mucho interés en las naciones del mundo”—como si el pensamiento judío no estuviera ya, en ese tiempo, lleno de visiones de las naciones viniendo a adorar al Dios de Israel. Solo encontré un argumento suyo que merece atención; lo trataré más adelante y mostraré que, al examinarlo, también resulta inconcluso y puede contrarrestarse con un argumento más fuerte acerca de la judeidad de Lucas.

Argumentos inconclusos a favor de que Lucas fuera judío

A lo largo de mi vida, de vez en cuando surgía esta pregunta en mi mente y buscaba algunas posibilidades. Había pocos valientes que defendían la judeidad de Lucas, pero sus argumentos, al igual que los del campo tradicional, sonaban, en el mejor de los casos, poco convincentes.

Entre ellos estaban argumentos como: “Lucas era judío, porque todas las Escrituras tenían que venir de los judíos.” (Rom. 3:1-2)—como si Lucas no pudiera haber sido un gentil temeroso de Dios, plenamente familiarizado con las costumbres y el pensamiento judío de su tiempo; “Lucas era judío, porque tenía un conocimiento detallado de las operaciones levíticas del Templo.” (Lucas 1:8-20)—como si esto, al igual que otros temas investigados por Lucas, no pudiera haber sido conocimiento prestado de una fuente sacerdotal; y, “Lucas era judío, porque tuvo encuentros con María, la madre de Jesús, y describió sus propios pensamientos.” (Lucas 2:19, 51)—como si cada vez que un autor bíblico describía algo, necesariamente hubiera tenido un encuentro personal con la persona descrita, y como si la idea de que María aceptara hablar con un gentil temeroso de Dios fuera imposible.

¡Basta de palabras! No estoy convencido ni por los que afirman que Lucas era judío ni por los que argumentan que no lo era. En este punto podría hacerse un argumento de que, dado que ninguno de los razonamientos es convincente, la carga de la prueba corresponde a quienes sostienen que Lucas fue el único autor no israelita entre todos los demás escritores de la Biblia. Hay cierta lógica en ello, pero por ahora quisiera tratar este argumento como “un golpe bajo”—para usar la imagen del cuadrilátero de boxeo.

Ahora presentaré a su consideración lo que creo que es el único argumento que puede usarse legítimamente para afirmar que Lucas no era judío. Luego lo contrarrestaré presentando un argumento que muestre que Lucas bien pudo haber sido judío.

Argumento contra la idea de que Lucas fuera judío

En mi opinión, el único argumento válido para sostener que Lucas no era judío gira en torno a Colosenses 4:7-18, particularmente los versículos 10-11. Allí leemos:

7 Todo lo que a mí se refiere, os lo hará saber Tíquico, amado hermano y fiel ministro y consiervo en el Señor, 8 el cual os he enviado para esto mismo, para que conozca lo que a vosotros se refiere, y conforte vuestros corazones; 9 con Onésimo, amado y fiel hermano, que es uno de vosotros. Todo lo que acá pasa, os lo harán saber.

10 Aristarco, mi compañero de prisiones, os saluda, y Marcos el sobrino de Bernabé, acerca del cual habéis recibido mandamientos; si fuere a vosotros, recibidle; 11 y Jesús, llamado Justo, que son los únicos de la circuncisión que me ayudan en el reino de Dios, y han sido para mí un consuelo. 12 Os saluda Epafras, el cual es uno de vosotros, siervo de Cristo, siempre rogando encarecidamente por vosotros en sus oraciones, para que estéis firmes, perfectos y completos en todo lo que Dios quiere. 13 Porque de él soy testigo, de que tiene gran solicitud por vosotros, y por los que están en Laodicea, y los que están en Hierápolis. 14 Os saluda Lucas el médico amado, y Demas. 15 Saludad a los hermanos que están en Laodicea, y a Ninfas, y a la iglesia que está en su casa. 16 Cuando esta carta haya sido leída entre vosotros, haced que también se lea en la iglesia de los laodicenses, y que la de Laodicea la leáis también vosotros. 17 Decid a Arquipo: Mira que cumplas el ministerio que recibiste en el Señor.

18 La salutación de mi propia mano, de Pablo. Acordaos de mis prisiones. La gracia sea con vosotros.

(Col. 4:7-18, RVR1960)

La idea central de este argumento es que, en los versículos 10-11, cuando Pablo menciona a varios, clasificándolos como los únicos colaboradores suyos de la circuncisión (es decir, los que eran judíos/israelitas), no menciona a Lucas. De hecho, sí menciona a Lucas en esta carta, pero en otro lugar y más adelante, declarándolo así fuera de los que trabajan con Pablo que son “de la circuncisión” (¡o al menos así se argumenta!).

He aquí por qué no creo que esa sea la única manera de leer este texto. Esta es una carta, no un tratado teológico sistemático, por lo que sigue el estilo usual de redacción epistolar. (Sabemos que Pablo no escribía sus propias cartas, sino que generalmente las dictaba, firmándolas y aprobándolas al final. Véanse Rom. 16:22; Col. 4:18; Gál. 6:11.)

Si escribimos o dictamos una carta, podemos escribir algo para expresar un punto, y luego, si olvidamos incluir un detalle importante, añadimos un posdata (lo que viene después de la escritura), o incluso un post-posdata. Es decir, dado que la Carta a los Colosenses es justamente eso—una carta—es posible que la razón de que Lucas no fuera incluido antes sea porque Pablo se olvidó de incluirlo y lo recordó después, o que no lo incluyera ahí porque él era médico y no parte de su equipo de enseñanza. En otras palabras, el argumento que dice que esta mención separada coloca claramente a Lucas aparte de los compatriotas de Pablo es endeble, simplemente porque intenta sacar demasiada conclusión de este texto. No puede probar lo que pretende probar. Solo permite una posible lectura de esta unidad textual.

Argumento a favor de que Lucas fuera judío

Encuentro muy interesante el argumento acerca de la posibilidad de que Lucas fuera judío, y es doble:

Primero, el nombre Lucas es un nombre extraño. Es extraño porque rara vez aparece fuera del conjunto del Nuevo Testamento, a pesar de que tenemos una vasta cantidad de documentos en griego que mencionan miles de nombres griegos. Así que con toda razón podemos hacernos otra pregunta: “¿Y si Lucas no es su nombre completo? ¿Y si Pablo hace aquí con Lucas lo mismo que hace con su amigo Demas?” Demas, mencionado junto con Lucas en Colosenses 4:14, es con toda probabilidad un diminutivo de Demetrio—lo que hoy llamaríamos un apodo. Si es así, entonces Lucas también puede ser una forma diminutiva de un nombre griego muy bien atestiguado en la literatura griega: Lucio. En inglés, Luke y Lucius solo tienen 2 letras en común, pero en griego se convierten en cinco (Λουκᾶς y Λούκιος). De hecho, en griego son casi un mismo nombre.

Segundo, ahora que hemos establecido la posibilidad de que Lucas y Lucio se refieran a la misma persona, consideremos un texto que vincula a un tal Lucio con los mismos parientes de Pablo.

En la carta de Pablo a los Romanos (Rom. 16:17-22), leemos:

17 Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos. 18 Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres; y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos. 19 Porque vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos, así que me gozo de vosotros; pero quiero que seáis sabios para el bien, e ingenuos para el mal. 20 Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros. 21 Os saludan Timoteo mi colaborador, y Lucio, Jasón y Sópatro, mis parientes. 22 Yo Tercio, que escribí la epístola, os saludo en el Señor.

De manera notable, Pablo, a través de su amanuense Tercio (v.22), vincula a Timoteo, Jasón y Sópatro junto con Lucio, llamándolos en realidad mis parientes (v.21). Si Lucas y Lucio fueran una misma persona, siendo el primero un diminutivo del segundo, entonces podríamos tener aquí un caso muy interesante que, aunque no prueba la judeidad de Lucas, ciertamente logra contrarrestar la afirmación de Colosenses 4.

El propósito de este artículo fue y sigue siendo no probar la judeidad de Lucas, lo cual, por la falta de datos, probablemente no pueda lograrse. Más bien, su propósito fue sugerir una valoración más moderada y cuidadosa que podría resumirse así: No existen razones serias para seguir afirmando que Lucas fue definitivamente un gentil.

 

Cita poderosa

La Biblia no necesita ser reescrita, pero sí necesita ser releída.

James H. Charlesworth
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