La Torá emplea un recurso literario notable conocido como quiasmo, una estructura que organiza palabras, frases o elementos temáticos en un patrón reflejado para enfatizar el significado y crear un sentido de simetría. En esta estructura, el texto presenta una secuencia de ideas o eventos y luego los retoma en orden inverso, formando una especie de palíndromo literario. Esta técnica, frecuentemente representada como A, B, C … C’, B’, A’, destaca el diseño intrincado del texto y subraya su carácter integral. Al analizar el uso del quiasmo en las narrativas bíblicas, descubrimos capas de significado que de otro modo podrían permanecer ocultas. En la historia de Noé y el diluvio (Génesis 6–9), mientras que la mayoría de los lectores se enfocan en la salvación de la humanidad y los animales por medio del arca, la estructura quiástica sugiere que el verdadero corazón de esta antigua narrativa hebrea se encuentra en otro lugar. ¿Será que hemos pasado por alto el mensaje central de esta historia?
La estructura quiástica: un espejo literario
El término quiasmo proviene de la letra griega ji (Χ), que visualmente se asemeja al patrón cruzado o reflejado de la estructura. En un arreglo quiástico, los elementos temáticos o narrativos se emparejan simétricamente alrededor de un punto central. Estos pares suelen designarse como A y A’, B y B’, y así sucesivamente, siendo el elemento central (sin paralelo) el clímax o punto focal de la narrativa. La historia de Noé en Génesis 6–9 ejemplifica esta estructura, desarrollándose en una secuencia cuidadosamente diseñada que culmina en un momento decisivo en Génesis 8:1. Este versículo central, donde “Dios se acordó de Noé”, representa el punto teológico y literario más alto de la narrativa, rodeado de elementos reflejados que refuerzan su importancia.
Para ilustrar esto, consideremos el quiasmo temático de Génesis 6–9, el cual puede delinearse así:
A Noé es presentado (6:10a)
__B Sem, Cam y Jafet, hijos de Noé (6:10b)
___C Mandato de construir el arca (6:14–16)
____D Anuncio del diluvio (6:17)
_____E Pacto con Noé (6:18–20)
______F Alimento almacenado en el arca (6:21)
_______G Orden de entrar en el arca (7:1–3)
________H 7 días de espera antes del diluvio (7:4–5)
_________I 7 días de espera antes del diluvio (7:7–10)
__________J Entrada al arca (7:11–15)
___________K YHWH encierra a Noé dentro (7:16)
____________L 40 días de diluvio (7:17a)
_____________M Las aguas aumentan (7:17b–18)
______________N Montañas cubiertas (7:19–20)
_______________O 150 días: las aguas prevalecen (7:21–24)
________________P DIOS SE ACORDÓ DE NOÉ (8:1)
_______________O’ 150 días: las aguas decrecen (8:3)
______________N’ Cimas de montañas visibles (8:4–5)
_____________M’ Las aguas decrecen (8:5)
____________L’ 40 días (conclusión) (8:6a)
___________K’ Noé abre la ventana del arca (8:6b)
__________J’ El cuervo y la paloma salen del arca (8:7–9)
_________I’ 7 días de espera para que bajen las aguas (8:10–11)
________H’ 7 días de espera para que bajen las aguas (8:12–13)
_______G’ Orden de salir del arca (8:15–17 [22])
______F’ Alimento fuera del arca (9:1–4)
_____E’ Pacto con toda carne (9:8–10)
____D’ No habrá otro diluvio en el futuro (9:11–17)
___C’ Salida del arca (9:18a)
__B’ Sem, Cam y Jafet (9:18b)
A’ Noé es reintroducido (9:19)
Esta estructura revela un arreglo deliberado y simétrico, con cada elemento cuidadosamente emparejado con su correspondiente. El progreso de A hasta P y de regreso a A’ forma un arco narrativo que dirige la atención al momento central, enfatizando su peso teológico.
El elemento central: Dios se acordó de Noé
El corazón del quiasmo se encuentra en Génesis 8:1, que dice en hebreo:
וַיִּזְכֹּר אֱלֹהִים אֶת־נֹחַ וְאֵת כָּל־הַחַיָּה וְאֶת־כָּל־הַבְּהֵמָה אֲשֶׁר אִתּוֹ בַּתֵּבָה וַיַּעֲבֵר אֱלֹהִים רוּחַ עַל־הָאָרֶץ וַיָּשֹׁכּוּ הַמָּיִם׃
Traducido, este versículo dice:
“Y se acordó Dios de Noé, y de todos los animales, y de todas las bestias que estaban con él en el arca; e hizo pasar Dios un viento sobre la tierra, y disminuyeron las aguas.” (Génesis 8:1)
Este versículo sirve como el punto de apoyo de toda la narrativa. En un quiasmo, el elemento central es el punto de mayor énfasis, el momento en el que se revela el significado más profundo de la historia. Aquí, la frase “Dios se acordó de Noé” no es meramente un detalle narrativo, sino una declaración teológica profunda. El verbo hebreo zakar (“acordarse”) conlleva connotaciones de atención activa y fidelidad al pacto, implicando que Dios se vuelve hacia Noé con misericordia y propósito. Este momento marca la transición del juicio (el diluvio) a la restauración (el descenso de las aguas), encapsulando el triunfo de la misericordia divina sobre la ira divina.
Significado teológico del momento central
La centralidad de Génesis 8:1 resalta un tema clave en la narrativa de Noé: la fidelidad de Dios hacia Su creación. Mientras que el diluvio representa el juicio divino sobre la maldad humana (Génesis 6:5–7), el acto de Dios de acordarse de Noé señala Su compromiso con la preservación de la vida. Este momento no trata solamente de la salvación personal de Noé, sino también de la relación basada en el pacto, más amplia entre Dios y todas las criaturas vivientes. La inclusión de “todos los animales y todas las bestias” en Génesis 8:1 destaca el alcance del cuidado divino, que se extiende más allá de la humanidad hacia todo el orden creado.
Este tema del recuerdo divino resuena a lo largo de la Torá. Por ejemplo, en Génesis 19:29, Dios se acuerda de Abraham y por ello libra a Lot de la destrucción de Sodoma. De manera similar, en Éxodo 2:23–25, Dios se acuerda de Su pacto con Abraham, Isaac y Jacob, responde al clamor de los israelitas en Egipto e inicia su liberación. Estos paralelos sugieren que la historia de Noé forma parte de un motivo bíblico más amplio: la memoria redentora de Dios. En cada caso, el recuerdo divino marca un punto de inflexión en el que el juicio da paso a la misericordia, y la destrucción es seguida por la renovación.
En el contexto de la narrativa del diluvio, Génesis 8:1 también evoca la imagen de la creación. La frase “hizo pasar Dios un viento sobre la tierra” recuerda Génesis 1:2, donde el Espíritu (o viento, rúaj) de Dios se movía sobre las aguas. Este paralelo sugiere que el descenso del diluvio es una especie de recreación, una renovación de la tierra tras el caos del juicio. La estructura quiástica refuerza ésto al colocar el momento del recuerdo divino en el centro, enmarcándolo como el punto de giro entre el caos y la restauración.
El marco quiástico más amplio
Los elementos reflejados que rodean Génesis 8:1 refuerzan los temas de juicio, preservación y renovación de la narrativa. Por ejemplo, el anuncio del diluvio (D) se empareja con la promesa de que no habrá otro diluvio (D’), destacando el cambio de juicio a gracia por parte de Dios. El pacto con Noé (E) encuentra su paralelo en el pacto con toda carne (E’), ampliando el alcance de la promesa divina. El aumento de las aguas (M) y su decrecimiento (M’) reflejan el ascenso y la caída del diluvio, mientras que la cobertura de las montañas (N) y la visibilidad de sus cimas (N’) simbolizan la reversión de la destrucción.
Incluso los detalles más pequeños, como los períodos de espera de siete días (H, I, H’, I’), reflejan la simetría cuidadosa de la narrativa. Estos períodos de espera subrayan la paciencia y confianza que se requerían de Noé, culminando en el acto divino de recuerdo que inicia el proceso de restauración. De manera similar, el hecho de que YHWH encerrara a Noé dentro del arca (K) es reflejado por Noé abriendo la ventana del arca (K’), simbolizando la transición de la protección divina a la agencia humana en un mundo renovado.
Conclusión: el corazón de la historia
La estructura quiástica de Génesis 6–9 revela que la historia de Noé no trata principalmente sobre el arca, los animales, o incluso el diluvio en sí. En cambio, el corazón de la narrativa se encuentra en Génesis 8:1, donde Dios se acuerda de Noé y de todas las criaturas vivientes. Este momento encapsula el triunfo de la misericordia divina sobre el juicio, un tema que resuena a lo largo de la Torá y más allá. Al colocar este acto de recuerdo en el centro del quiasmo, el texto invita a los lectores a ver la fidelidad de Dios como el fundamento de la esperanza y la renovación. Lejos de ser solo una historia de supervivencia, la narrativa de Noé es un testimonio profundo del compromiso perdurable de Dios con Su creación, un mensaje que sigue siendo tan relevante hoy como lo fue en la antigüedad.